Tu bienestar es lo que importa

                                                           

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ESTRÉS 

  -El estrés es una reacción fisiológica y natural del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para enfrentar una situación que se percibe como amenazante. Este es necesario para la supervivencia aunque todavia hoy en día se confunde con una patología debido a que puede acabar bajo determinadas circunstancias desencadenando problemas de salud graves. El responsable de este vocablo fue Hans Selye , fisiólogo y médico vienés. En 1950 publicó su investigación más famosa:" Estrés: Un estudio sobre la ansiedad", fue a partir de entonces que el estrés o síndrome general de adaptación (SGA) pasó a resumir todo un conjunto de síntomas psicofisiológicos. La respuesta del estrés en el organismo a nivel profundo causa un predominio del sistema nervioso simpático donde se produce una vasoconstricción periférica, midriasis, taquicardia, taquipnea, ralentización de la motilidad intestinal y una liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y encefalina, causando un aumento de la cantidad circulante en sangre de glucosa, factores de coagulación, aminoácidos libres y factores inmunológicos. Todos estos mecanismos están pensados para aumentar las probabilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo pero no para ser mantenidos indefinidamente.

    A medio plazo, este estado de alerta sostenido, desgasta las reservas del organismo y puede producir diversas patologías como pueden ser :trombosis, ansiedad, depresión, inmunodeficiencia, dolores musculares, insomnio, trastornos de atención, etc.. El estrés se encuentra en el cerebro ya que es este el responsable de reconocer y responder a los factores estresantes. Cada vez son más los estudios que corroboran el papel que juega el estrés en el aprendizaje, la memoria y la toma de decisiones. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de California demostró que un estrés fuerte durante un corto periodo de tiempo es suficiente para destruir varias de las conexiones entre neuronas en zonas específicas del cerebro, lo que no quiere decir otra cosa que un estrés agudo puede cambiar la anatomía cerebral en pocas horas.

Sin embargo, el estrés crónico demostró la disminución del tamaño de la zona cerebral responsable de la memoria, por lo menos en las ratas.


Condiciones desencadenantes del estrés

   Los factores estresantes son las situaciones desencadenantes del estrés y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno ,tanto físico, químico, acústico o somático como sociocultural, que de manera directa o indirecta, propicie la desestabilización en el equilibrio dinámico del organismo. El tipo de cambios que se producen en las condiciones de vida y que son considerados como factores estresógenos son: -únicos: hacen referencia a cataclismos y cambios dramáticos en las condiciones en el entorno de vida de las personas, y que habitualmente afectan a un gran número de ellas. -múltiples: afectan sólo a una persona o a un pequeño grupo de ellas, y se corresponden con cambios significativos y de transcendencia vital para las personas. -cotidianos: se refieren al cúmulo de molestias, imprevistos y alteraciones en las pequeñas rutinas cotidianas. -biogénicos: son mecanismos físicos y químicos que disparan directamente la respuesta de estrés sin la mediación de los procesos psicológicos. Los factores estresantes pueden estar presentes de manera aguda o crónica y, también, pueden ser resultado de la anticipación mental acerca de lo que puede ocurrir en el futuro.

Estados de adaptación

Encontramos aqui tres estados: - alarma de reacción, cuando el cuerpo detecta el estímulo externo; - adaptación, cuando el cuerpo toma contramedidas defensivas hacia el agresor; - agotamiento, cuando comienzan a agotarse las defensas del cuerpo. El estrés puede contribuir, directa o indirectamente, a la aparición de trastornos generales o específicos del cuerpo y de la mente haciendo que el cerebro se ponga en guardia. La reacción de este es preparar el cuerpo para la acción defensiva. El sistema nervioso se activa y las hormonas se liberan para activar los sentidos, acelerar el pulso, profundizar la respiración y tensar los músculos. Esta respuesta, también llamada a veces de lucha o huida es importante, porque nos ayuda a defendernos contra situaciones amenazantes.  El estrés en periodos cortos o infrecuentes representa poco riesgo,pero cuando las situaciones estresantes se suceden sin resolución, el cuerpo permanece en un estado constante de alerta, lo cual aumenta la tasa de desgaste fisiológico que conlleva a la fatiga o el daño físico y la capacidad del cuerpo para recuperarse y defenderse se puede ver seriamente comprometida. Como resultado, aumenta el riesgo de lesión o enfermedad. Desde hace años, muchos estudios han considerado la relación entre el estrés de trabajo y una variedad de enfermedades como son:- Alteraciones de humor y del sueño, sensación de estómago revuelto, dolor de cabeza y migrañas, así como relaciones alteradas con familiares y amigos. Estas señales precoces del estrés de trabajo son fácilmente reconocibles, pero los efectos del estrés de trabajo en las enfermedades crónicas son más difíciles de diagnosticar, ya que estas enfermedades requieren un largo período de desarrollo y se pueden ver influidas por muchos factores aparte del estrés. Sin embargo, gran número de evidencias sugieren que el estrés tiene un papel preponderante en varios tipos de problemas crónicos de salud, particularmente en las enfermedades cardiovasculares, las afecciones musculoesqueléticas y las afecciones psicológicas. Existen hoy día gran variedad de datos que ponen de manifiesto que el estrés cuando su intensidad y duración sobrepasan ciertos límites, puede producir alteraciones considerables en el cerebro, desde modificaciones más o menos leves y reversibles hasta situaciones en las que puede haber muerte neuronal. Se sabe que el efecto perjudicial que puede producir el estrés sobre nuestro cerebro está directamente relacionado con los niveles de hormonas (glucocorticoides) secretados en la respuesta fisiológica del organismo. Aunque la presencia de determinados niveles de estas hormonas es de gran importancia para el adecuado funcionamiento de nuestro cerebro, el exceso de glucocorticoides puede producir toda una serie de alteraciones en distintas estructuras cerebrales, especialmente en el hipocampo, estructura que juega un papel crítico en muchos procesos de aprendizaje y memoria. Se ha podido establecer que la exposición continuada a situaciones de estrés puede producir tres tipos de efectos perjudiciales en el sistema nervioso central como son: - Atrofia dendrítica. proceso de retracción de las prolongaciones dendríticas que se produce en ciertas neuronas. Siempre que termine la situación de estrés, se puede producir una recuperación de la arborización dendrítica. Por lo tanto, puede ser un proceso reversible. - Neurotoxicidad. proceso que ocurre como consecuencia del mantenimiento sostenido de altos niveles de estrés o GC (durante varios meses), y causa la muerte de neuronas hipocampales. - Exacerbación de distintas situaciones de daño neuronal.mecanismo importante por el cual, si al mismo tiempo que se produce una agresión neural (apoplejía, anoxia, hipoglucemia, etc.) coexisten altos niveles de GC, se reduce la capacidad de las neuronas para sobrevivir a dicha situación dañina.

   En el Congreso de Neurociencias de 2008 que se llevó a cabo en Washington DC, la Universidad de Northwestern y el Wrigley Science Institute presentó una investigación donde se sugiere que masticar chicle en momentos de presión va bien para combatir el estrés y que éste lo disminuye a niveles cinco veces menores de los que se perciben en condiciones normales y que además mejora la memoria a corto plazo. Aún así, los científicos no saben cual es el factor responsable de este efecto, si el azúcar, el sabor o el simple hecho de masticar.

   Otra opción para combatir el estrés son los ejercicios respiratorios,los ejercicios de relajación y las distintas formas de meditación cuyo objetivo es ejercer un control voluntario sobre la respiración de manera que la utilicemos como calmante cuando nos sobrepasen las situaciones de estrés. Está demostrado que una respiración adecuada tiene un efecto calmante.

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Relación entre la hipertensión arterial y estrés

   Hay una estrecha relación entre la hipertensión y el estrés ya que este último es el responsable de que nuestro cuerpo tenga una serie de descompensaciones como es la hipertensión arterial. Cuando nuestro cuerpo esta en constante ansiedad y no podemos remedio a la larga se convierte en estrés aumentando los latidos cardíacos y por ello la presión sanguínea también aumenta su ritmo. Si tratamos el estrés también tratamos la hipertensión arterial.

 Alimentación adecuada para la hipertensión arterial por estrés

   La alimentación adecuada para la hipertensión arterial cuando sufrimos de estrés debe de ser en primer lugar... ordenada. A mayor desorden y más horas sin comer más hipoglucemias sufrimos, mayor resistencia a la insulina padeceremos y de forma indirecta padeceremos más problemas de hipertensión. 

-Evitaremos el café, el alcohol y cualquier estimulante (refrescos tipo Colas) Estos alimentos colaboran en aumentar nuestro nivel de estrés o en bajar nuestra resistencia a las situaciones estresantes. Colaboran pues a la hipertensión por estrés. Lo ideal será comer en un ambiente relajado (con el móvil o celular desconectado) Debemos de ser conscientes de que ese es uno de los mejores momentos para desconectar y reducir nuestro estrés. -Beber dos o tres litros de agua al día ya que el estrés favorece la deshidratación. -Por supuesto evitaremos los alimentos salados (ricos en Sodio) -Los alimentos ricos en Potasio (verduras, frutas) y sobre todo aquellos ricos en Calcio y Magnesio (frutos secos, lácteos, algas marinas, brócoli, etc.) favorecen la disminución de la hipertensión por estrés ya que suelen tener un suave efecto relajante muscular que también actuará sobre las arterias.

Terapias para la hipertensión arterial por estrés

-Fitoterapia

    • Pasiflora y Valeriana: disminuyen considerablemente el estado de nervios así como el insomio.

    • Hierba de San Juan: en estados de depresión leve y estrés alternativamente.

    • Tila: tranquilizante y relajante. • Azahar: es sedante, relajante.

    • Melisa: para la inquietud, ansiedad.

    • Amapola: traquilizante, inductor del sueño.

    • Lavanda: sedante y equilibrante del sistema nervioso.

    • Hojas de Olivo: disminuye la hipertensión.

    • Espino blanco: ideal para disminuir la hipertensión y sedante.

-Terapia ortomolecular

   • Aceite de germen de trigo: eficaz para combatir el estrés.

   • Levadura de cerveza: por su contenido en Vit B es adecuada para tratar el estrés.

   • Vitamina B1: combate el estrés.

   • Extracto de uva: en dosis máxima es adecuada para combatir el estrés.

-Flores de bach

   • Olive: extenuación, cansancio físico y psíquico.

   • Elm: sobrecarga de responsabilidad.

   • Oak: exceso de trabajo y colapso psíquico.

   • Hornbean: cansancio mental.

   • Verbain: excesivo énfasis en lo que dicen y hacen.

   • Impatiens: impaciencia y exigencia.

-Acupuntura

   Terapia relajante y antiestrés que consiste en la puesta de agujas en unos meridianos y puntos determinados para reducir la ansiedad, estrés e hipertensión arterial asociadas.

-Otras terapias convenientes para el estrés y la hipertensión arterial

   • Sesiones de Yoga.

   • Sesiones de Tai-chi.

   • Reiki.

   En el caso de la Hipertensión es importante eliminar los factores que la ocasionan y se reduce considerablemente la hipertensión, es decir que si se elimina en mayor parte el estrés, la ansiedad, se elimina la sal, aumentamos el ejercicio y eliminamos las grasas, el riesgo de padecer hipertensión se reduce considerablemente.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

Manoli Duart

Naturópata, Acupuntora, Masajista y Homeopata

Colaborador de enbuenasmanos.com

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ENFERMEDADES AUTOINMUNES

   Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que nuestras defensas o sistema inmunológico funcionan de un modo anormal reaccionando frente a algunas células de nuestro cuerpo como si fueran "enemigos" y por tanto dañándolas. Este desajuste puede afectar solo a un tejido, a un órgano o a varios y acaban incluso produciendo cambios en los tejidos. Cada vez nuestro sistema inmune verá esta zona más como un cuerpo extraño. Es un caso parecido a las alergias en donde el cuerpo reacciona de un modo desproporcionado frente a sustancias que en si no son ningún peligro para nuestra salud. Los órganos y tejidos más afectados, habitualmente, son: la piel, los músculos, las articulaciones, los glóbulos rojos y otros componentes de la sangre y algunas glándulas como el páncreas o la tiroides.

Causas de las enfermedades autoinmunes

   Aunque no hay unanimidad al respecto algunas teorías afirman que, junto a una predisposición genética, el efecto de algunos microorganismos (Virus, bacterias, etc.) y/o el de algunos medicamentos. Dentro de la medicina naturista hay un sector muy importante que piensa que el exceso de vacunas y medicamentos también podrían ser causantes del alarmante incremento de las enfermedades autoinmunes. Las dietas muy desequilibradas y llenas de aditivos también podrían "colaborar". En muchos casos, probablemente sea un conjunto de varios factores. Es necesario que se continúe investigando ya que cada vez hay más personas con enfermedades autoinmunes y hay que tener en cuenta que la mayoría son enfermedades que empeoran mucho la calidad de vida de la persona.

Ejemplos de enfermedades autoinmunes

Enfermedad de Crohn: afecta al tubo digestivo, produce una inflamación crónica que cursará de manera progresiva mediante episodios. Suele afectar al tramo final del intestino delgado y al primero del colon, aunque en algunos casos podemos encontrar implicados otros tramos del sistema digestivo.

Anemia perniciosa: el estómago no fabrica factor intrínseco que es una sustancia indispensable para absorber la vitamina B12 en el tracto gastrointestinal (vitamina básica para la formación de los glóbulos rojos)

Artritis reumatoidea: inflamación de las articulaciones (muñecas, dedos, rodillas, tobillos, etc.) y de los tejidos próximos aunque también pueda afectar a algún órgano. Ocasiona mucha rigidez y dolor.

Diabetes tipo I: en esta enfermedad autoinmune el páncreas no produce (o muy poca) insulina y se disparan los niveles de glucosa en nuestro cuerpo. La persona suele notar una sed exagerada, un gran apetito, cansancio, pérdida de peso, visión borrosa y hay una micción (orina) exageradamente abundante.

Enfermedad de Addison: el sistema inmune ataca a la glándula suprarrenal y hay un bajo funcionamiento de la misma. Las consecuencias pueden ser muy diversas ya que esta glándula interviene en la formación de hormonas glucocorticoides, hormonas mineralocorticoides y hormonas sexuales.

Enfermedad celíaca: el sistema inmune ataca las vellosidades del intestino delgado en respuesta a la presencia de gluten (proteína presente en la avena, cebada, centeno y trigo) El cuerpo pierde gran parte de su capacidad de absorción de nutrientes y esto puede ocasionar problemas graves.

Enfermedad de Graves: ocasiona un hipertiroidismo (la glándula tiroides trabajo de un modo excesivo)

Esclerosis múltiple: el sistema inmune daña la vaina de mielina (capa que recubre y protege a las células nerviosas) y con ello los impulsos nerviosos se van bloqueando afectando progresivamente al cerebro y médula espinal.

Lupus eritematoso sistémico: es una enfermedad autoinmune inflamatoria que puede afectar a las articulaciones, riñones, piel y otros órganos. El paciente también suele sufrir fatiga y destaca (en la mitad de los pacientes) una erupción en las mejillas y en el puente nasal en forma de mariposa (suele empeorar con la luz solar y afectar a otras zonas del cuerpo)

Miastenia grave: hay una debilidad de los músculos "voluntarios" producido por un trastorno neuromuscular. Esto puede provocar dificultad para tragar, párpado caído, dificultad para subir escaleras, para hablar, cabeza caída, etc.

Síndrome de Reiter: el sistema inmune ocasiona una serie de problemas inflamatorios en las articulaciones, genitales (urgencia y molestia al orinar, lesiones) y en los ojos (dolor)

Síndrome de Sjogren: se van destruyendo las glándulas que producen las lágrimas y la saliva lo cual acaba ocasionando sequedad en la boca, ojos y en general en todas las o mucosas.

Tiroiditis de Hashimoto: es una reacción del sistema inmunitario o inmune contra la glándula tiroides (la inflama) que suele ocasionar hipotiroidismo o bajo nivel de funcionamiento.

Síntomas de las enfermedades autoinmunes

    Varían según el tipo de enfermedad. La mayoría coinciden en algunos síntomas como cansancio o fatiga, sensación de malestar crónico y algún tipo de dolor. Muchos pacientes también sienten un sentimiento de impotencia o desánimo al tener un tipo de enfermedad que el médico ya avisa que es crónica y sin esperanza de curación. Normalmente solo suele haber tratamiento para remitir los síntomas y evitar complicaciones. Lo que también suele desesperar a los pacientes es que la mayoría de medicamentos para las enfermedades autoinmunes tienen a su vez efectos secundarios con lo que poco a poco van empeorando su calidad de vida. A veces algunos pacientes empiezan a desarrollar, a la vez, otras enfermedades autoinmunes. La "estrategia" habitual de la medicina naturista se dirige a mejorar en conjunto la calidad de vida de estos pacientes. Si nuestro organismo (cuerpo y mente) está en armonía hay más posibilidades de que nuestro sistema inmune también lo haga.

Dieta y sistema inmune

   Si alimentarse bien es básico para una buena salud en estos casos aún es más importante. Lo primero es tratar de eliminar de nuestra dieta todos aquellos alimentos y productos con aditivos químicos. Se trata de evitar sustancias que puedan alterar nuestro sistema inmune. Dentro de los alimentos también tratar de eliminar aquellos que puedan producirnos algún tipo de alergia especialmente la leche de vaca y los lácteos en general. Otras personas observarán que mejoran (o no empeoran) al dejar otros alimentos (soja o soya, café, naranja, pimiento, berenjena, etc.) Hemos de aprender a escuchar a nuestro cuerpo un poco más. No estaría de más tratar de buscar un especialista que nos recomendara una dieta según nuestro grupo sanguíneo, según la Medicina Tradicional China o según la medicina ayurveda. Se trata, como siempre, de individualizar cada caso. En general los alimentos antioxidantes (frutas y verduras) son los que tiene que predominar mientras que las grasas saturadas deben disminuirse al máximo.

Los suplementos nutricionales, fitoterapia o plantas medicinales

• Si el paciente sigue una dieta muy desequilibrada durante años puede ser conveniente un suplemento multivitamínico adaptado a su aso en particular (con o sin Yodo, etc.) Dentro de los alimentos tenemos algunos que son en si mismos multivitamínicos (polen, jalea real, levadura de cerveza, etc.)

• Los lactobacilos o suplementos de "flora intestinal" pueden ser interesantes en casos de enfermedades autoinmunes cuando hay un historial largo de uso con antibióticos, laxantes, etc. Recordemos que el equilibrio intestinal es básico en los procesos de absorción y eliminación. Eso siempre favorecerá que la mucosa intestinal sea menos permeable y puede ayudar a disminuir las tendencias alérgicas y según la medicina naturista podría facilitar que el sistema inmune esté menos alterado.

   En cada una de las enfermedades autoinmunes concretas, será necesario un aporte de suplementos nutricionales y de plantas medicinales o preparados de fitoterapia concretos.

El sol, la naturaleza y las enfermedades autoinmunes

   El sol parece tener un efecto beneficioso sobre nuestro sistema inmune, especialmente durante la infancia y preadolescencia. En verano solo con unos pocos minutos es suficiente y hay que evitar abusar sobre todo en horas de máximo calor. Estar en contacto con la naturaleza también favorece nuestro sistema inmune ya que además de disminuir nuestro estrés y respirar aire puro estamos en contacto con una flora y fauna (insectos especialmente) distinta a la habitual. Los típicos granitos o pequeñas erupciones por tocar alguna planta o insecto son una buena forma, con precaución, de "entrenar" a nuestro sistema inmune.

Terapias para nuestro sistema inmune

   Prácticamente todas las terapias naturales son válidas en estas las enfermedades autoinmunes ya que nos pueden ayudar a tener una mejor calidad de vida evitando a la vez tomar tantos medicamentos. La acupuntura, la homeopatía, la osteopatía, hidroterapia, técnicas de relajación, etc. son un buen complemento para lechar contra estas enfermedades autoinmunes.

Vacunas, exceso de medicamentos e infecciones infantiles

• Si hay un tema que causa controversia es la relación entre vacunas y problemas autoinmunes. Establecer una relación directa es, en general muy complejo, ya que la reacción de nuestro sistema inmune a la vacunación no es instantánea y cada caso es diferente. Lo más importante es que cuando haya que vacunar a una persona esta se encuentre "fuerte". A veces vale la pena esperar unos días si acabamos de pasar una infección o tenemos la sensación de que estamos incubando "algo". Es importante hablar con el médico sobre la conveniencia o no de poner todas las vacunas y cual es el momento más adecuado.

• Otro aspecto muy importante es el de no abusar de los medicamentos y especialmente de los antibióticos y antipiréticos (para bajar la fiebre) Sobre todo no hay que automedicarse a la primera; el médico es el único que debe decidir si hay que tomar algún medicamento. En general no dejamos que nuestro sistema inmune "trabaje" ya que impedimos tener siquiera unas décimas de fiebre o un mínimo de dolor. No hay que ser masoquistas pero tampoco impedir que nuestro sistema inmunológico actúe ya que sino, junto a otros factores es cuando se altera.

Relajarse y disminuir el estrés

• Dormir las horas necesarias (unas ocho horas) es importante para todo el mundo pero aún más para pacientes con enfermedades autoinmunes ya que ayuda a "recuperar" las fuerzas y el equilibrio a nuestro organismo.

• Buscar aficiones, un ratito para relajarnos y practicar algún deporte suave es clave para nuestras defensas.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

 

Josep Vicent Arnau

Naturópata y Acupuntor

La información aquí mostrada tiene carácter puramente informativo, consulte siempre con un profesional de la salud cualificado.